Con impotencia se mostró la familia del vendedor ambulante que fue apuñalado brutalmente la noche del sábado, luego que sus agresores quedaran en libertad. Mientras Miguel Ángel Chiguay Barría, de 33 años, aún permanece internado el tribunal determinó que los presuntos autores de la agresión con arma blanca quedaran en libertad. Miguel Ángel Chiguay Barría, de 33 años, aún permanece internado en la Unidad de Tratamientos Intermedio (UTI) del Hospital Clínico de Magallanes, luego de ser atacado por tres individuos, cerca de las 23.15 horas, en Avenida Martínez de Aldunate con pasaje Cruz Ramírez.
En este lugar, los antisociales lo tomaron por la espalda, lo arrojaron al suelo y le propinaron al menos cuatro estocadas en la zona abdominal con un cuchillo carnicero, siendo una de ellas grave. El oportuno socorro de un voluntario de Bomberos de la Séptima Compañía de Bomberos y del SAMU evitaron un desenlace peor.
Su hermano Sixto Chiguay, en declaración a Diario El Pingüino, indicó que Miguel Ángel se encuentra consciente, pero grave. “Está estable y evolucionando, aún con la herida bastante complicada, la que originó el desprendimiento de vísceras, recibió golpes en el rostro y sus lentes ópticos se fracturaron, lo que le provocó cortes en su ceja izquierda. Finalmente recibió varias patadas en la cabeza”.
Querella
El hermano de la víctima añadió que presentaron una querella contra los autores de esta sangrienta agresión, quienes se encuentran en libertad luego de ser formalizados el domingo en el Juzgado de Garantía de Punta Arenas.
“Esto no le puede pasar a nadie, menos a una persona trabajadora. Él es vendedor ambulante en las afueras de un supermercado, por lo que sus clientes están consternados. Lo trataron de matar, si no hubiese sido por el actuar de los testigos, un matrimonio que siguió a los tipos y un bombero que brindó las primeras atenciones, mi hermano muere. Por esto los delincuentes deben ir a la cárcel” enfatizó Sixto Chiguay.
Por su parte, el abogado querellante, Juan José Arcos, indicó que la legislación en este caso y respecto de este tipo de delitos,tiene sanciones bajas, existiendo claramente un tema pendiente en cuanto a normativa legal, “porque aquí existe una persona a la cual desvisceraron en la vía pública y los autores del hecho salieron caminando del tribunal al día siguiente. Acá hubo tres personas que agredieron y que cometieron un delito de homicidio frustrado. En esas condiciones se presentó la querella”.
Sixto Chiguay dijo que junto a su familia no descansarán hasta que la justicia haga cumplir las penas que corresponden en este tipo de agresión. “Aquí el peso de la ley debe caer sobre estos delincuentes. Al salir de tu casa con un cuchillo es ir a matar a una persona, no por nada andas trayendo un cuchillo en la calle”, añadió. “Ellos no pueden estar libres, la decisión de la justicia para la familia no es grata, y esto le pudo tocar a cualquiera. Ellos son un peligro público. Hoy en la noche pueden salir y hacer lo mismo a otra persona. Es la comunidad la que dice que ya no puede andar tranquila”, enfatiza.
El hermano de la víctima, agregó que su familia se encuentra en estado de shock, sobre todo su padre, quien se percató del estado en que quedó su hijo. “Un amigo fue a la casa a decirle a mi papá que parecía que Miguel era el que había sido agredido. Al llegar, junto a un bombero, prácticamente le volvieron a colocar los intestinos en su lugar, por esto mi padre está muy afectado, es un daño sicológico tremendo. Incluso, esa noche por haber tomado una lata de cerveza no quiso manejar y se fue a pie a la casa de unos amigos que lo estaban esperando”.
El herido es el sexto de nueve hermanos, vive junto a sus padres y dos hermanos. Hace 14 años trabaja como vendedor ambulante en las afueras de un supermercado en el sector sur de Punta Arenas, por lo que su familia, espera poder tenerlo prontoy salir juntos adelante.
Los tres imputados por esta agresión fueron formalizados el domingo en el Juzgado de Garantía de Punta Arenas. Alexis Damián Griffin Blanco, de 23 años; Segundo Fidel Oyarzo Vidal, de 23, y el menor de 14 años, de iniciales M.I.O.V., quedaron en libertad con las medidas cautelares de arraigo regional, firma mensual en el Ministerio Público y prohibición de acercarse a la víctima. El menor quedó bajo la sujeción de la Fundación Esperanza.
Finalmente el tribunal fijó un plazo para el cierre de la investigación de 90 días.