A una semana de lo ocurrido, aún permanece internado en la UCI del Hospital Clínico de Magallanes. En la Unidad de Cuidados Intensivos permanece Juan Alejandro Guerrero, de 40 años, conductor de un taxi colectivo de la línea 11, quien el pasado jueves 14 sufrió un infarto cerebral tras hacer breve escala en su domicilio. La relación de los hechos da cuenta que ese día, Guerrero pasó a su domicilio con el fin de utilizar el baño, para posteriormente trasladarse a buscar a sus hijos, que se encontraban en clases.
La no llegada del jefe de hogar a realizar el retiro de los tres menores, extrañó de inmediato a los directivos del colegio, los que llamaron a la madre.
La mujer, inquieta y extrañada llamó en reiteradas ocasiones al celular de su esposo sin obtener respuesta.
A eso de las 15.00 horas del mismo día, la familia encontró al jefe de hogar, quien aún daba muestras del episodio médico por el cual estaba pasando.
Por tal situación, de inmediato llamaron a una ambulancia del SAMU, cuyo personal al llegar al inmueble se limitó a estabilizar al paciente y transportarlo hasta el Hospital Clínico de Magallanes, lugar donde, de inmediato lo internaron en el servicio de la UCI del centro asistencial, debido a su complejo estado de salud.
Informes médicos dan cuenta que Juan Alejandro Guerrero, pasó horas críticas antes de recibir atención profesional. El infarto cerebral que sufrió dejó algunas secuelas, como pérdida de conocimientos de los minutos previos al infarto, daños que pueden ser reversibles en el tiempo. Para eso se mantiene aún en el mismo servicio y con cuidado médico instantáneo.
Juan Guerrero es un conocido trabajador de la locomoción colectiva de Punta Arenas, y lleva más de 10 años en el rubro, por lo que su condición médica ha sido preocupación de sus compañeros de trabajo.