El Papa Francisco mostró ayer por primera vez en público una urna con las reliquias del apóstol San Pedro, coincidiendo con la clausura del Año de la Fe. Alrededor de 60.000 fieles congregados en la plaza de San Pedro pudieron ver el relicario con la inscripción en latín “Ex ossibus quae in Arcibasilicae Vaticanae hypogeo inventa Beati Petri Apostoli esse putantur” (Los huesos hallados en el hipogeo de la Basílica vaticana que se considera que son del beato Pedro Apóstol). Los restos fueron hallados más de 20 años antes en unas excavaciones bajo la cúpula de la basílica. En 1968, el Papa Pablo VI dijo que había pruebas “convincentes” de que pertenecían al apóstol, aunque algunos expertos aún difieren de esa opinión.