“Queremos reafirmar nuestras conclusiones de agosto pasado”, dijeron a un medio nacional Osvaldo Larrañaga y David Bravo, quienes conformaron la comisión revisora.
Osvaldo Larrañaga indicó que “la principal conclusión del informe de ellos (comisión internacional) es que el Censo 2012 cumple con estándares adecuados y que los datos se pueden utilizar. Nuestra conclusión fue la contraria, que el Censo tenía problemas suficientemente serios como para poder invalidar los usos”.
En la oportunidad, sentenciaron que “nuestro diagnóstico es que se realice un nuevo censo, que sea en el año y las formas que determine la autoridad”. Sin embargo, aclaran que nunca dijeron que el actual Censo había que tirarlo a la basura.
Según los expertos nacionales, los “consultores” externos “no se hacen cargo de la alta tasa de omisión”, luego que el panel concluyera en agosto que la tasa de omisión llegó a 9,3%.
“Es una tasa alta porque si uno la compara con el promedio de los censos históricos de Chile, es tres veces más alta esa tasa de omisión. No estamos hablando de diferencias poco significativas. Si uno lo compara con los censos recientes en América Latina, el Censo 2012 en Chile es el que tiene la más alta tasa de omisión con la excepción del censo de Perú”, agregaron.
“Nuestro informe tiene más de 1.000 páginas de anexos, hay una evaluación bastante extensa de esos temas”, resaltó, a un medio nacional.