trabajador de Comapa aplastado por furgón. Por esas paradojas de la vida, la esposa se encontraba a escasos metros, haciendo un trámite en el ServiEstado, sin imaginar lo que le estaba sucediendo a su marido. Con lesiones de carácter grave, producto de varias costillas rotas, se debate entre la vida y la muerte el trabajador de bodega de Comapa, Miguel Concha Llanos, de 55 años de edad, quien permanece internado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Clínico de Magallanes.
Un accidente que pudo costarle la vida, y del cual aún no se tiene certeza de cómo sucedió, sufrió esta persona, padre de dos hijos, de 26 y 30 años de edad.
Concha se encontraba en el estacionamiento que da a la bodega de Comapa, en calle Magallanes, frente al museo, cuando por circunstancias muy extrañas el furgón que conduce, un Toyota Hiace, se le vino encima y lo arrinconó a una pared.
Las primeras versiones dan cuenta que el trabajador no pudo zafar de esa posición y que las ruedas traseras del vehículo giraban hasta que comenzó a salir un espeso humo de color negro.
Los minutos pasaban y nadie se percataba de lo que sucedía en el estacionamiento, hasta que alguien alertó a Bomberos, pensando que se trataba de un incendio.
Fueron los voluntarios de la Primera Compañía de Bomberos quienes al bajarse a combatir la supuesta emergencia, se encontraron con el hombre aprisionado.
Rápidamente pidieron ayuda al SAMU y los paramédicos tuvieron que realizar constantes maniobras de reanimación.
La persona estaba con el rostro muy congestionado y de color azul.
Una vez estabilizado lo trasladaron al Servicio de Urgencia del centro asistencial, donde le diagnosticaron un neumotórax en ambos pulmones.
La esposa, Isabel Rodríguez, dialogó con Diario El Pingüino, luego de visitar a su marido en la UCI.
El médico le advirtió que el diagnóstico no es de los mejores y sabe que en estos momentos “todo está en las manos de Dios”.
Ella participa en la comunidad de la Iglesia Padre Hurtado y anoche, a las 21.00 horas, realizaron la primera cadena de oración. Saben que “la fe mueve montañas” y eso los fortalece como familia.
Sobre cómo se enteró de lo sucedido a su marido, fue en circunstancias bastante especiales.
“Me encontraba haciendo un trámite en el ServiEstado (ubicado en José Menéndez y Magallanes), cuando los que estábamos en la fila comenzamos a sentir un fuerte olor a goma quemada. Algunos dijeron que podía ser un incendio y otros que seguramente estaban quemando neumáticos. En ese momento yo llamaba a mi esposo al celular y no me contestaba, porque decían que algo estaba pasando cerca de Comapa. Luego me llamó el pololo de mi hija para decirme que había pasado en un taxi colectivo fuera de Comapa y decían que había ocurrido un atropello. En eso una señora salió de la fila y fue a ver. Al regresar comentó que se trataba de una persona que había tenido un accidente, y como mi marido seguía sin responderme el teléfono decidí ir a ver qué pasaba. Cuando llegóo iban sacando a una persona en camilla y logro ver que era mi esposo y ahí entre en shock”.
Quienes atendieron a su marido le dijeron que producto del paro respiratorio, éste permaneció unos segundos prácticamente sin vida. Lo mismo le señalaron los médicos en el hospital, además de sufrir la rotura de cinco costillas.
Por ahora están aferrados a las cadenas de oración y por lo mismo la mujer pidió a todos los conocidos unirse a estos ruegos, para que su marido salga del estado crítico en que se encontraba hasta el cierre de esta edición.