“Fue un crimen salvaje y brutal”, dijo fiscal Rammsy al inicio de juicio oral

General
03/12/2013 a las 12:55
Dos de los acusados declararon en el tribunal y negaron participación directa en el hecho de sangre, del 14 de abril de este año. Hasta el jueves podría durar el juicio oral que comenzó ayer en contra de las tres personas acusadas del crimen del trabajador Max Bahamonde Agüero, apuñalado la madrugada del 14 de abril frente a la Universidad de Magallanes.
El fiscal Oliver Rammsy pide que Jonathan Ojeda Román sea condenado a 15 años de presidio, como autor del homicidio calificado de Bahamonde; además de una pena de 540 días por el delito de lesiones menos graves en perjuicio de César Vera Cárdenas.
Para los amigos del principal inculpado: Víctor Adrián Llanquín Arteaga y Kevin Branco Boitano Trujillo, el Ministerio Público está solicitando 10 años de cárcel para cada uno, como autores del delito de homicidio simple.
El abogado Juan José Arcos, en representación del querellante y padre de la víctima, René Bahamonde Mansilla, presentó acusación particular en contra de los mismos tres imputados, pero va por una calificación distinta: los sindica como autores del delito consumado de “robo con homicidio”, y solicita 20 años de cárcel para cada uno, por la agravante de “abusar el delincuente de la superioridad de sus fuerzas”.
Ojeda es defendido en el juicio por el abogado Guillermo Ibacache; Llanquín por la defensora regional, Gustava Aguilar y Boitano por Leonardo Vallejos.
Apertura
En el comienzo del juicio, el fiscal Oliver Rammsy entregó una reseña de la dinámica de los hechos, a partir del trabajo que realizó con la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones. Dijo que la víctima y sus amigos no habían ingerido alcohol, cuando se dirigían a la fiesta “mechona” de la Universidad de Magallanes, “a la que nunca llegaron porque se encontraron con los tres acusados, más unos menores, quienes les pidieron cigarrillos y dinero.
En ese momento Boitano golpea en la cabeza a uno de los acompañantes de Bahamonde y éste responde con un empujón. Acto seguido, Llanquin y Ojeda toman un arma cortopunzante y le propinan un golpe a nivel de axila, mientras Boitano y los otros lo agreden a golpes. También fue agredido el amigo de Max, César Vera, quien logró huir del lugar. El fiscal sostiene que los tres acusados toman a Bahamonde y Ojeda le propina a lo menos dos puñaladas mortales en el pecho, “mientras los otros dos lo sujetaban y le propinaban golpes, actuando en forma coordinada. Esto facilitó el deceso de Max, en un actuar conjunto”. Por eso el fiscal calificó de “crimen salvaje y brutal”, lo ocurrido con Max Bahamonde.
“No se puede hablar de riña o pelea si uno solo tenía cuchillo”, indicó.
Además que “no solamente acometen y lo dejan desangrándose en el suelo, sino que Ojeda le da el tiro de gracia con cinco puñaladas en la parte posterior del muslo”.
El cuerpo presentaba múltiples lesiones, no solamente heridas sino que golpes. “Esto fue un ataque certero y cobarde, y por eso le asignamos responsabilidad a los tres acusados”, indicó Rammsy.
El abogado Guillermo Ibachace criticó la investigación, porque serían más personas las que esa madrugada participaron de la agresión, pero que solamente llegaron tres a juicio.
Dos de los acusados declararon ayer en el juicio, Boitano y Llanquín, coincidiendo ambos en no tener responsabilidad en el apuñalamiento, de acuerdo a como lo plantea la fiscalía, siendo Ojeda el que apuñaló a la víctima fatal. Negaron haberlo sujetado para que su amigo lo agrediera. Ellos declaran que no fue así.
La familia de Max Bahamonde exige que se haga justicia y que los culpables de quitarle la vida paguen con las máximas sanciones.
Ese 14 de abril cuando Max Bahamonde, acompañado de dos amigos, César Antonio Vera Cárdenas y Francisco Parra Gómez, caminaban por Arturo Merino Benítez, en dirección a la Universidad de Magallanes, donde se desarrollaba la fiesta “mechona”, de recepción de los nuevos alumnos.
Desconocidos los interceptaron y les exigieron dinero y cigarrillos. El “peaje” terminó en un violento y fatal ataque, donde Bahamonde perdió la vida.
El fiscal lamentó que estando Bahamonde caído y desangrando, Jonathan Ojeda se devolviera a “rematarlo” en el suelo.

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