
Autoridades transandinas señalaron que con esta moderna incorporación se complementa la tarea de control que la aduana realiza en los pasos fronterizos de San Sebastián, no sólo para lo que es mercadería sino también para el control de drogas y estupefaciente, materia de la cual, en el último tiempo la policía ha puesto enfásis y que le ha permitido desbaratar redes organizadas que se dedican a utilizar dicho paso fonterizo como puente de tránsito de estas sustancias cuyo destino muchas veces es nuestro país.