
Petro decidió cambiar el sistema de recolección de basuras en Bogotá, que estaba a cargo de operadores privados y entregó esa función a la Empresa de Acueducto, lo que terminó con la ciudad inundada de desperdicios.
“Se probó que las decisiones del señor alcalde mayor de Bogotá vulneraron el principio de libertad de empresa y que pusieron en riesgo el medio ambiente y la salud humana de los habitantes”, afirmó Ordóñez.
Petro, antiguo militante de la guerrilla del M-19, asumió el municipio de Bogotá, el segundo cargo político más importante de Colombia después de la Presidencia, en enero de 2012 como candidato de la izquierda.