Con gritos de algarabía los familiares de Max Bahamonde Agüero recibieron los 15 y 10 años de cárcel que deberán cumplir los autores del crimen del joven trabajador, Max Bahamonde Agüero. Esto contrastó con los dichos de los familiares de los acusados que se retiraron molestos del tribunal, refiriendo frases, como “está bien que lo mataran, si también era un delincuente”, en referencia a la víctima.
Un silencio absoluto reinaba en la sala cuando hizo su ingreso la jueza Jovita Soto para dar lectura de la sentencia. Cuando dijo que Jonathan Ojeda Román, principal inculpado del caso, era sentenciado a 15 años de cárcel, por el delito de homicidio calificado, los familiares de la víctima reaccionaran contentos y visiblemente emocionados, tomaban la foto de Max que colgaba en su cuello y la mostraban en señal de satisfacción por saber que la persona que lo apuñaló pasará un largo tiempo encarcelado. Además, esta persona recibió una segunda sanción de 300 días de presidio, como autor del delito de lesiones menos graves.
Pero las muestras más evidentes de satisfacción se dieron cuando la jueza dictaminó 10 años de cárcel para cada uno de los otros dos condenados: Víctor Adrián Llanquín Arteaga y Kevin Branco Boitano Trujillo, por el delito de homicidio simple, en grado de consumado.
Padre
El padre del joven asesinado, René Bahamonde, manifestó su conformidad por el fallo, aduciendo que “por fin se hizo justicia”, y que la muerte de su hijo no será en vano, ya que esto permitió formar una agrupación de víctimas de delitos violentos, que ya reúne alrededor de 70 personas. Esperan trabajar con los parlamentarios para modificar leyes, que permitan aumentar ciertas penas.
Por su parte, el abogado querellante, Juan José Arcos manifestó que nadie puede estar feliz por la muerte de una persona, como lo demostraron familiares de los acusados, pero sí entiende que el tribunal acogió la petición de pena que hacía la fiscalía y que en su caso, como querellante, también los deja conforme.
El fiscal Oliver Rammsy pedía en su acusación que Jonathan Ojeda Román fuera condenado a 15 años de presidio, como autor del homicidio calificado de Bahamonde; además de una pena de 540 días por el delito de lesiones menos graves en perjuicio de César Vera Cárdenas. Y para los amigos 10 años de presidio.
Crimen
La Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones logró establecer que la víctima y sus amigos no habían ingerido alcohol, cuando la madrugada del 14 de abril de este año se dirigían a la fiesta “mechona” de la Universidad de Magallanes. Lamentablemente la víctima y los amigos que lo acompañaban se encontraron con un grupo de personas, entre ellos los condenados, quienes los interceptaron y nunca llegaron a la fiesta, porque les cobraron “peaje”, o sea, cigarrillos y dinero, a cambio de dejarlos pasar. Fue ahí que Boitano golpeó en la cabeza a uno de los acompañantes de Bahamonde y éste respondió con un empujón. Luego Llanquín y Ojeda tomaron un arma cortopunzante y le propinaron un golpe a nivel de axila, mientras Boitano y los otros lo seguían agrediendo. También golpearon al amigo de Max, César Vera, quien logró huir del lugar. Para la policía, los tres acusados tomaron a Bahamonde mientras Ojeda lo apuñalaba, con cortes mortales en el pecho, “mientras los otros amigos de Ojeda sujetaban a Max y le propinaban golpes, actuando en forma coordinada”.