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Si tu respuesta fue esta última, no te sientas fuera de lugar ya que esta es una problemática más común de lo que se piensa. De hecho, en nuestro país más del 50% de las mujeres sufren de anorgasmia, patología que representa la dificultad o incapacidad de alcanzar el clímax, a pesar de que el deseo y la excitación hayan estado presentes en el juego sexual previo.
“La anorgasmia femenina o frigidez es un problema más común de lo que se cree. Es un trastorno que se da mayormente en mujeres –de hecho en hombres es poco frecuente– y que va más allá de la excitación que pueda sentirse. Es decir, la mujer puede estar sintiendo distintos impulsos eróticos y así y todo no tener un orgasmo”, señala Belén Gilabert, Brand Manager de YES!, este último un gel lubricante estimulante que potencia el placer sexual y que es muy usado frente a este tipo de casos.
Las causas de la anorgasmia son múltiples. Vivimos en una sociedad despreocupada, que vive al ciento por ciento cada día, y cuyos niveles de estrés superan el 60%. Asimismo, existe falta de información sexual y bastantes prejuicios en torno al sexo, “aunque también pueden influir otros factores, como el haber vivido experiencias sexuales traumáticas, la monotonía y el cansancio en la pareja, entre otros”, agrega la profesional, y a continuación entrega algunos consejos para que la anorgasmia no se transforme en un problema ni para nosotras ni para nuestra pareja:
Una de las principales causas de la anorgasmia es la falta de estimulación adecuada. De ahí que es primordial conocer muy bien a nuestra pareja y conversar si es necesario de este y otros temas relacionados con la vida sexual que estamos llevando. No olvidemos que todos los seres humanos tenemos gustos y estilos distintos, y lo que para unos puede ser excitante en la intimidad, para otros puede ser una verdadera lata.
Conectar mente y cuerpo jamás ha sido fácil. De ahí que si no logramos llegar a un clímax al momento del sexo no debe ser motivo de frustración. Hay que vivir cada relación como se va dando, sin presiones de ningún tipo ni para el hombre ni para la mujer. No hay que pensarlo tanto, más bien desear y dejarse llevar al placer sin culpas.
Conocer nuestro cuerpo es fundamental y es una actividad que puede realizarse en pareja, pero también en solitario, sin miedos ni culpas. En la medida en que estemos relajados las cosas se van dando de manera natural y, como todo en la vida, llegan en el momento preciso.
Y mucho ojo con esto último: todas las mujeres son capaces de tener orgasmos, pero es la habilidad la que, por una serie de motivos internos y externos, se va perdiendo con el paso del tiempo.