En el caso de Magallanes, según la Subsecretaría de Telecomunicaciones, un 68,4% de las personas que usan un celular, son prepago, y el 31,6% restante está suscrito a planes.
En el caso de los Prepago, en su mayoría se trata de personas que generan pocas llamadas, pero cuyos teléfonos continúan operativos, a pesar de no generar ingresos en el sistema. La inclusión social permite, que aquellos usuarios de prepago que no recargan su teléfono tengan la posibilidad de seguir comunicados.
Al ser consultado sobre este tema, Mauricio Campusano, subgerente Asuntos Corporativos de Entel, explicó que “si el Gobierno insiste en ese monto por cargos de acceso va a afectar en el mundo prepago. Debido a lo que se financian por los cargo de acceso, van a ser menos atractivo para cualquier compañía”, dijo.
En este contexto, insistió en que “la particularidad es que en Magallanes la cantidad de gente que usa prepago es muy alta, es decir, va a haber un efecto sobre ese 68%, lo que no sabemos es cuanto”.
En este sentido, a través de un documento, informan que “preocupa saber qué pasará con los usuarios en las áreas rurales. Actualmente, estos sectores se atienden con telefonía móvil, en su gran mayoría prepago, y con estos niveles propuestos inferiores al cargo de acceso fijo se los pone en riesgo”.
Explicó que si desde una compañía se llama a otra, se cobra un cargo de acceso, que actualmente es de $ 60. La propuesta de las empresas es que se fije en $ 32 (la propuesta del Gobierno es de 11 pesos).
“Al existir estos cargos de acceso, los usuarios prepago que no recargan se financian. Entonces cuando se fija un cargo de acceso tan bajo, estos usuarios no se van a financiar y eso nos genera una alerta”, dijo el ejecutivo, quien agregó que con esto se va a generar una desigualdad, ya que mientras los usuarios de suscripción entrarán a la era digital, los prepago no podrán hacerlo por que el modelo no es rentable.