Dispuesta a llegar a las máximas instancias judiciales, para revertir el fallo que condenó a 10 años de cárcel a su hijo, está Andrea Arteaga, quien se mostró dolida por la sanción que le impusieron los jueces a Víctor Llanquín Arteaga (en la fotografía). Esta persona fue condenada a 10 años de cárcel por el homicidio de Max Bahamonde, la misma pena que recibió Kevin Boitano Trujillo. No así Jonathan Ojeda Román, sentenciado a 15 años de cárcel.
Andrea Arteaga considera injusta la pena de su hijo, por un delito que no cometió. Criticó la investigación del fiscal Oliver Rammsy, que no fue capaz de aclarar la participación de otras personas que estaban en la escena del crimen la madrugada del 14 de abril. Lo culpa de llevar adelante una mala investigación. “Siento injusta la condena de Víctor y Kevin, porque ninguno de los testigos que participaron en el juicio, excepto los amigos de la víctima, dijeron haber visto a ellos participar en la riña. Ellos solamente vieron a un montón de muchachos corriendo y lamentablemente a mi hijo lo detuvieron, pero sin haber participado en la muerte”.
Recordó que su hijo declaró apenas fue detenido y siempre dijo lo que vio. “Incluso los guardias y la gente que iba pasando no vieron cómo sucedieron las cosas, por eso digo que mi hijo fue condenado injustamente a 10 años por algo que no hizo”.