El jugador de Universidad Católica protagonizó graves incidentes al término del partido en que O’Higgins se tituló campeón, arremetiendo en contra de Paulo Garcés y Roberto Bonano. Michael Ríos fue uno de los jugadores que empañó el festejo de O’Higgins tras el título del Apertura. Una vez que terminó el partido, el jugador entró descontrolado a la cancha para golpear a Paulo Garcés y tuvo que ser controlado por Franco Costanzo, pese a que ya había alcanzado a pegarle a Roberto Bonano.
Por eso, la ANFP, según dio a conocer ayer el Tribunal de Disciplina, decidió castigarlo con cuatro partidos por los incidentes en la final ante los celestes, en el duelo disputado en el Estadio Nacional.
Pero no fue el único que recibió un duro castigo. Nicolás Peric estará cinco partidos sancionado. El arquero también se descontroló contra O’Higgins, pero esta vez fue en la última fecha del Apertura y en el Estadio Fiscal de Talca.
El portero bajó a Pablo Calandria en el área y el árbitro cobró penal. Peric no aguantó la situación, le reclamó al juez central y fue expulsado. Cuando se retiraba de la cancha, levantó sus manos y llevó sus dedos a la palma, haciendo un claro gesto que les habían robado el partido. Luego golpeó su bolsillo con la mano y, tras el pitazo final, tuvo duras declaraciones. “Cuándo ocurrió la falta, Polic llega y me dice riéndose: Nico te tengo que echar. Ahora él se va cagado de la risa a su casa, ¿y yo? con las ganas de romperle la cabeza en dos”, señaló tras el partido.