
Los vecinos de una decena de distritos de Alepo bajo control de las fuerzas armadas de la oposición siguen sacando cuerpos entre los escombros.
Cuarenta y ocho horas después del bombardeo del domingo por parte de la aviación del régimen el Observatorio Sirio de Derechos Humanos eleva la cifra de fallecidos a 76, entre ellos 28 niños.
Después de semanas sin apenas imágenes de lo que ocurría en la segunda ciudad del país, la lluvia de “barriles explosivos” lanzados desde aviones, según el mismo organismo opositor encargado de documentar el día a día de la guerra a través de sus redes de contactos sobre el terreno, ha vuelto a recordar que Alepo es una ciudad en disputa desde el pasado verano.
Ataque aéreo
Pese a los repetidos llamamientos por parte de la oposición para la imposición de una zona de exclusión aérea en el norte de Siria, la comunidad internacional nunca ha sido capaz de ponerse de acuerdo y Bashar Al Assad domina los cielos del país desde los que, además de Alepo, también ha lanzado ataques en las últimas horas contra posiciones rebeldes en la frontera con Jordania.
Los castigos aéreos coinciden con la entrada en acción del Frente Islámico, alianza de siete importantes brigadas islamistas, que el fin de semana se hizo con el control de las posiciones del Ejército Sirio Libre (ESL) en la frontera con Turquía, lo que llevó a Estados Unidos y Reino Unido a suspender su ayuda “no letal” a los grupos armados de la oposición que operan bajo el paraguas del ESL