Santana jamás imaginó que se convertiría en el primer paciente en Magallanes favorecido con una trombolisis intravenosa, tratado por el equipo de neurólogos, Ramiro Fernández y Javier Gaete, quienes explicaron que la aplicación del tratamiento permite abrir un vaso tapado por un trombo, el cual en esos momentos es el que causa la pérdida de irrigación del tejido cerebral, durante el accidente cerebro vascular.
El éxito pasa porque el paciente afectado por un infarto cerebral reciba el tratamiento inyectable antes de transcurridas cuatro horas posteriores a la crisis. En este caso, Ramiro Fernández destacó la premura con que los compañeros de trabajo dieron aviso al SAMU, quienes están capacitados para detectar este tipo de emergencias, y alertar a los equipos médicos. Gracias a esto Santana, de 51 años, muestra una excelente evolución, siendo que registra antecedentes de hipertensión arterial y es un fumador crónico, “factor de riesgo importante para tener un accidente vascular. En este caso se le tapó una arteria del cerebro, provocándole una hemiplejia, no podía mover el lado izquierdo del cuerpo y presentó dificultades para hablar.
La trombolisis permitió disolver el coágulo y que la sangre llegara nuevamente a esa área del cerebro y con ello volvió a mover el lado izquierdo del cuerpo y a recuperar el habla.
“Es nuestra primera trombolisis en la región y veníamos hace tiempo preparándonos”, destacó Fernández. La idea es que llegado el momento todo funcionara bien, desde el rescate del paciente hasta su atención en el centro asistencial, como ocurrió en este caso.
No más cigarros
Agradecido de los médicos y de sus compañeros de trabajo, está Nibaldo Santana, quien estaba en el aeropuerto, donde trabaja para una empresa privada, cuando le sobrevino el infarto cerebral. “Todo fue de un momento a otro y como me salvé ya no más cigarros en mi vida, después de 35 años de fumar”, prometió.
Mayanz
El director del Hospital Clínico de Magallanes, Mario Mayanz, destacó el trabajo que iniciaron hace tiempo para pesquisar tempranamente un ataque cerebro vascular. Los equipos están preparados para esto y solamente falta que la comunidad actúe en forma oportuna cuando sea testigo de una persona que presente dificultades para hablar y pierda fuerza en las extremidades. Ese es el momento en que hay que llamar al SAMU o trasladar al paciente lo antes posible al servicio de urgencia donde serán atendidos con la prioridad que corresponde, enfatizó Mayanz.