Ayer fue su primera salida en público, luego del horrendo episodio vivido en septiembre de este año, cuando en un acto de locura su pareja le arrancó los ojos. Haber aprobado con nota 7 la tesis de titulación, retrata fielmente la lucha de Carola Barría Guerrero contra los obstáculos y adversidades que le impuso la vida. Una mujer que fue noticia nacional luego de que su entonces pareja cometiera uno de los actos más crueles contra ella. Producto de una celopatía enfermiza baleó a dos personas y a ella, la mujer que decía amar, le arrebató violentamente los ojos para que nunca más pudiera ver.
Si bien Juan Ruiz Varas cumplió su objetivo, Carola sacó fuerzas desde su interior y fue capaz de reponerse. Pensó en sus tres hijos y prometió luchar contra la adversidad. Juró que no la verían decaer y esperó pacientemente más de tres meses hospitalizada hasta recibir las prótesis definitivas de globos oculares.
Quienes la conocen no escatiman elogios en destacar la fuerza interior de Carola, preocupada siempre de los demás y por supuesto de los pequeños hijos que son la luz de sus ojos.
Después de abandonar el Hospital Clínico de Magallanes, y pensar más fríamente en su futuro, decidió prepararse para rendir la tesis y así poder titularse de educadora de párvulos. Llamó a su amiga y compañera, Lúa López Torres, con quien comenzaron a prepararse para juntas defender la tesis, que versó sobre “la importancia del juego en la educación parvularia y la escolarización en los establecimientos educacionales municipalizados de Punta Arenas”.
Emoción
Poco antes de las 17.00 horas llegó Carola a la Seremi de Educación, donde era esperada por sus compañeras de carrera. Las amigas no pudieron contener las lágrimas al fundirse todas en un abrazo fraterno. Algunas no la habían visto desde que ocurrió el brutal episodio. “Prometimos que no íbamos a llorar”, se decían entre ellas, pero era imposible cumplir tal promesa. Era mucha la tensión contenida y la emoción acumulada. Las compañeras venían saliendo de rendir la tesis, a todas les había ido bien y solamente faltaba Carola y Lúa.
Por eso, antes de ingresar al salón principal de la Secreduc, todas le desearon suerte y éxito. Lúa tomó del brazo a Carola y juntas defendieron la tesis.
Los minutos pasaban hasta que cerca de las 18.00 horas se abrió la puerta y un grito rompió el tenso silencio. “¡Aprobamos con nota siete, sí, con nota siete!”, gritó Lúa a quienes esperaban afuera. Una amiga se sumó a los festejos y abrazos, quien le llevó un hermoso buqué de flores a Caro.
Habla Carola
En sus primeras declaraciones a la prensa, Carola Barría, dijo que le costó mucho sacar la tesis, faltando incluso una amiga. Incluso reconoció que en un momento pensó que no lo lograría, “pero cuando a uno más le cuesta más disfruta los logros”. Públicamente agradeció a su familia, amigos, pero un reconocimiento especial entregó a su madre, Patricia Guerrero, “quien jamás dudó que podría salir adelante, porque ella es mi pilar de vida”.
Cuando en un momento pensó que no lograría este objetivo, sacó fuerzas desde su interior. “Ahí recapacité y dije, como sea, voy por mi título”.
“Pese a todas las adversidades que a veces coloca la vida, siempre es posible salir adelante”, señaló Lúa. “Querer es poder”, añadió Carola.
Vienen otros sueños, no descartando entre ambas instalar su propio jardín infantil.
“Ella es un ejemplo de vida, para quienes se echan a morir por un problema pequeño”, comentó la amiga de Carola, mientras ambas se retiraban a festejar el triunfo.