
La muestra incluye 30 fotografías desenfocadas de mujeres desnudas, surgió -según explica su autor- desde el egoísmo, desde la indiferencia al dolor ajeno, desde recuerdos o realidades modificadas y fragmentadas para no tener que sufrir como quienes fueron las víctimas, y para hacer mis imágenes más políticamente correctas.
Esta exposición había sido presentada con antelación en el mes de septiembre en la Casa Azul del Arte, en esa oportunidad el autor dijo que había reparado en un detalle que nos incluye a todos, de cómo reaccionamos frente al dolor ajeno, de cualquier persona que está en la calle. “El ser humano intenta cerrar los ojos ante esa realidad; la aparta del camino; no se involucra y no es empático. Vemos a ese ser doliente de manera insignificante”.
El “desenfoque” usado como recurso visual en la propuesta, responde al interés por emular la indiferencia. “Es una metáfora visual, considerando esa ceguera que tiene que ver con el dolor ajeno y que la represento con imágenes fuera de foco”, explicó.
Las fotografías de esta exhibición fueron en su mayoría realizadas a modo de paráfrasis, de otras encontradas en Internet que tenían por propósito registrar periodísticamente hechos de violencia, ya sea por causa de la guerra o por conflictos sociales propios de un lugar específico como el caso de la Ciudad de Juárez en México.