
El fiscal jefe de Punta Arenas, Felipe Aguirre Pallavicini, cerró la investigación y presentó acusación en contra de Jonathan Andrés Serón Millapani, y el menor C.F.B.R.
Estas personas fueron las que 9 de agosto de este año, siendo las diez y media de la mañana, ingresaron al almacén “El Bichito”, atendido por su dueña, Sonia Méndez Ruiz, una mujer de 67 años, a quien intimidaron con un cuchillo y un bate.
Serón, apodado “El Chavo” y el otro imputado, apodado “Carlitos”, se instalaron en la puerta del local mientras el primero le exhibía a la víctima un cuchillo, de grandes dimensiones, y bajo amenazas exigía la entrega de algunas especies. No contento con ello el sujeto le colocó el cuchillo a la mujer en el estómago, al tiempo que le decía: “Dame la plata”. En esos momentos, el menor le dijo a su amigo de fechorías que la mujer tenía el dinero en su polerón. Ahí fue cuando “El chavo” presionó el cuchillo contra el cuerpo de la dueña del almacén, quien a esas alturas estaba muy atemorizada y les dijo a los asaltantes que la plata estaba en una caja. Según la investigación del fiscal, Serón procedió a robar $50.000 que había en la caja y con su amigo se dieron a la fuga.
La almacenera, aún llorando por lo sucedido, llamó a familiares y fue el hijo quien salió en persecución de los asaltantes, logrando alcanzarlos, pero antes los imputados dejaron caer parte del dinero robado. Al increparlos por lo que le habían hecho a su madre, los sujetos procedieron a agredirlo violentamente, utilizando los mismos cuchillos que usaron para cometer el robo, recibiendo la víctima diversos pinchazos y cortes en la zona del hombro y pecho. Producto de la agresión el afectado cayó al suelo, debido a las heridas cortantes.
En ese momento llegaron otros familiares de la víctima, quienes sin perder de vista a los agresores los siguieron. Luego, uno arrojó un cuchillo al suelo y se escondió en una casa, en calle Julio Von Loppen, hasta donde llegó Carabineros y lograron detener a los dos acusados, uno de los cuales tenía parte del dinero escondido dentro de un gorro de lana y el cuchillo que faltaba.
Según el fiscal Felipe Aguirre a los acusados afecta la agravante criminal de “ser dos o más los malhechores” y respecto a Serón Millapani la de la “reincidencia específica”, por haber sido condenado anteriormente por un delito similar.