"Durante esta época del año, el Aeropuerto Presidente Carlos Ibáñez del Campo tiene ajetreo constante de pasajeros. La comodidad de sus instalaciones ha mejorado. Pero ahora hay otros aspectos a solucionar”. El Aeropuerto Presidente Carlos Ibáñez del Campo, es la última terminal aérea de relativo tamaño e importancia en Chile y ello trae consigo que los aviones que realizan los traslados hasta Punta Arenas deban estar en condiciones óptimas para extensos vuelos dentro del país. No existe ninguna ruta aérea más larga que llegar a la capital de Magallanes. Por lo mismo en infinitas ocasiones ocurren hechos que perturban el normal desplazamiento, ello trae consigo numerosos reclamos que llegan hasta nuestra redacción. Existen retrasos –muchas veces entendibles- que llegan a ser muy molestos y desgastantes, porque el pasajero se programa y ante los horarios suscribe compromisos impostergables, como por ejemplo citas en consultas médicas con especialistas en la capital o reuniones profesionales claves. Estamos conscientes que para vivir en Magallanes hay que tener paciencia, pero también a veces a la gente se le agota y lo único que pide son consideraciones especiales, porque además de deber soportar estos imponderables de vivir tan alejados del resto del país, los costos de traslado son altísimos. Han existidos numerosas iniciativas, como por ejemplo alguna atención a los estudiantes universitarios o a personas con cierto tipo de enfermedades, pero ninguna de ellas ha sido concretada. Ojalá se solucionen los problemas y los magallánicos además de soportar ello, tengan que seguir viajando en horarios casi inhumanos.