Así lo confirmó la propia Mandataria al manifestar que “lo que necesitamos es no solo mostrar al gabinete, y cuando digo gabinete me refiero a ministros, subsecretarios y ojalá intendentes, en la segunda quincena de enero”, expresó.
De acuerdo con las pautas de trabajo, la ex Mandataria sostiene reuniones de trabajo con su principal asesor, Alberto Arenas y por estos días, se está reuniendo con cada uno de los presidentes de los partidos que conforman el pacto, “Nueva Mayoría” que le dará sustentabilidad política a su Gobierno.
Bachelet, busca ahora, en la conformación de su gabinete, mantener una autonomía para asegurar que los principales asesores de su administración, vale decir, intendentes, subsecretario y ministros, respondan a un compromiso directo con la propia Presidenta, más allá de las militancias políticas que podrían tener los designados.
Intendente
Pese a que aún no se conocen públicamente listas de los partidos políticos interesados en que uno de sus filas sea el próximo intendente de la Región de Magallanes, existen claros indicios que hay cuatro nombres que están en la primera línea para una futura nominación.
Por el momento se ha descartado definitivamente que un militante del Partido Demócrata Cristiano (DC) pueda llegar a La Moneda chica de la región, toda vez que la falange, eligió a dos parlamentarios que deberán asumir el próximo 11 de marzo: Carolina Goic, senadora y Juan Morano, diputado.
De acuerdo con los “equilibrios políticos” o simplemente “cuoteos”, lo prudente es que no sea un falangista el intendente, buscándose en otros partidos de la “Nueva Mayoría”, la persona idónea para asumir dicho cargo.
El Movimiento Amplio y Social (MAS) y el Partido Socialista (PS), ya manejan nombres para la terna que deberá conocer Bachelet para la designación que podría producirse el 20 de enero próximo.
El MAS, postula al abogado y ex secretario regional de Justicia, Carlos Contreras Quintana, como único nombre que se pondrá en la mesa de las negociaciones en Santiago, para asumir la Intendencia de Magallanes.
Por su parte el PS, tiene un listado más generoso, pero seriamente tres estarían en condiciones de ser elegidos por la futura Presidenta Bachelet, a saber: Carolina Saldivia Andrade, asistente social, ex gobernadora de la provincia de Magallanes; Bernardo Troncoso Narváez, ex secretario de economía y ex director regional de CORFO, ingeniero y Eduardo Manzanares Castex, ex gerente general de la Empresa Portuaria Austral (EPA), ingeniero.
En definitiva cuatro son hasta el momento, los nombres que ya maneja Alberto Arenas, el asesor de Bachelet, postulando al cargo de intendente de la Región de Magallanes.
Gobernaciones
En relación a las designaciones de los gobernadores provinciales, se informó que una vez que se conozcan los nombres del gabinete y de los intendentes regionales, recién se comenzará a evaluar las nominaciones para dichos cargos, que en el caso de nuestra región son cuatro, para las provincias de Magallanes, Última Esperanza, Tierra del Fuego y Antártica Chilena.
Se estima que en este contexto, para la designación de gobernadores, la situación se tornaría más compleja, considerando que la “Nueva Mayoría” la integran ahora siete partidos políticos, Por la Democracia (PPD), Comunista (PC), Izquierda Ciudadana (IC), Radical Social Demócrata (PRSD), DC, PS y MAS.
Trascendió que para elegir a los gobernadores, hay varias líneas de acción, siendo una de ellas, los “pesos políticos que pueda tener cada partido del conglomerado en cada provincia”, considerando además, que si uno de esos partidos llegó a la intendencia con uno de sus militantes, no podría solicitar una gobernación.
Lo cierto es que el PRSD y el PPD, claramente quieren para uno de sus militantes el cargo de un gobernador provincial, por aquello de “los cuoteos políticos” o “equilibrios” como dicen los más puristas.
Equidad
Más allá que se diga que se elegirán a los mejores y más capaces, está aquello de la representatividad que deben tener en el Gobierno Regional, los partidos que integran la “Nueva Mayoría” y en ese contexto también hay que dejar contentos a la IC al PC y al MAS que fueron las fuerzas políticas que le dieron vida al nuevo conglomerado que gobernará el país a partir del 11 de marzo próximo con Michelle Bachelet.
También hay que considerar aquello de la igualdad de género que con justicia defiende la propia Presidenta, y además, usar el criterio de “rostros nuevos” para emprender por buen camino la futura administración del Estado.
Lo cierto es que hasta hoy, de acuerdo con lo solicitado por Bachelet, ella tiene más opción de trabajar más libre y en concordancia con su propio criterio, más allá de las opiniones que puedan tener los presidentes de los partidos que la apoyan.
En relación a esa tesis, los independientes que votaron por la Presidenta electa, ven también ciertas sus posibilidades de acceder a un cargo de gobierno, siempre y cuando los directivos de los partidos políticos, no “bombardeen” esas pretensiones de quienes no militan y que se sienten capaces de ser colaboradores de la próxima administración del Estado.
Nombramiento
Esta semana, la Presidenta electa, realizó el primer nombramiento de su Gobierno, nombrando a la directora de protocolo que será la encargada de coordinar el traspaso de mando del 11 de marzo próximo.
Se trata de la abogado y funcionaria de la Cancillería, Gloria Navarrete Pinto, quien se desempeña como Ministra Consejera de la Embajada de Chile ante la Unión Europea en Bélgica.
Navarrete, quien es funcionaria de carrera en el Ministerio de Relaciones Exteriores, se ha desempeñado en las embajadas del Reino Unido y Austria y en misiones en las Naciones Unidas.
Reformas
Bachelet durante la semana se reunió con todos los senadores que estarán en el hemiciclo en la próxima legislatura y les planteó las prioridades de sus tres reformas fundamentales.
Les expresó que inmediatamente abordará la implementación de las reformas educacional y tributaria y que dejará para la segunda parte de su gestión, la reforma constitucional que requiere mucho más tiempo de análisis.
De esta manera, instruyó a los parlamentarios a trabajar en sus propias circunscripciones, escuchando la opinión de la gente y de los organismos sociales, con el propósito de recoger dichas opiniones para analizarlas en el momento oportuno y explicar a la ciudadanía en qué consistirá la reforma constitucional.