
"La realidad de Magallanes en cuanto a crecimiento es diferente a la del resto del país, pero las cifras no son para inflar el pecho y creer en un futuro esplendor”. Cuando todos pensaban que las cifras económicas de 2013 cerrarían sólo con números azules y que se aventuran tiempos de gran prosperidad, mucha sorpresa causó en la mayoría de los economistas el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de noviembre pasado, al experimentar una variación de 2,8% en 12 meses. La menor actividad del penúltimo mes del año fue inferior a las proyecciones que apuntaban a un crecimiento en torno al 3%. La realidad de Magallanes está por sobre el resto del país, pero se debe estar alerta, porque la regulación de nuestro crecimiento obviamente depende de Chile. Las expectativas de economistas anticipan para diciembre un Imacec de entre 0 y 3%, con lo que el cuarto trimestre de 2013 cerraría entre 1,9% a 2,9 por ciento. De concretarse la parte alta del rango, se trataría del menor desempeño desde marzo de 2010. Los economistas coinciden en que el cuarto trimestre de 2013 sería el de menor desempeño, y que luego comenzaría levemente a repuntar, pero sin grandes cifras. El mismo ministro de Hacienda, Felipe Larraín, dijo reconocer hace pocos días que “la economía chilena está en un proceso de desaceleración”. Por lo mismo, que Dios nos pille confesados.