Se trata de Franklin Daniel Cordero Álvarez, de 28 años, apodado ‘El Mancha’, y quien está vinculado a otros tres homicidios en la zona. La policía venezolana detuvo a otro de los presuntos implicados en el asesinato de la actriz y modelo Mónica Spear y su pareja, el pasado 6 de enero en una céntrica autopista del país, informó este lunes José Sierralta, director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y CriminalÍsticas (CICPC) .
“Detenido por Poliyaracuy otro de los individuos solicitados por el homicidio de Mónica Spear y Thomas Henry Berry #CICPC”, publicó Sierralta a través de su cuenta en la red social Twitter.
Informó además de que el nombre del noveno detenido es Franklin Daniel Cordero Álvarez, de 28 años, apodado “El Mancha” , y quien está vinculada a otros tres homicidios en la zona.
“Fue detenido en el sector Cocorotico de la entidad Yaracuyana. Será puesto a la orden del Ministerio Público, quien también informó a través de un comunicado que sería presentado ante los tribunales a José Gregorio Ferreira Herrera, de 18 años, por el mismo caso, y quien se entregó a las autoridades ese mismo día.
Con estas detenciones suben ya a nueve los implicados capturados por el asesinato de Spear y su pareja en un intento de robo en el que también resultó herida la hija, de 5 años, de ambos, en un caso que levantó una ola de indignación en la sociedad venezolana y que llegó a alterar la agenda política del país.
El Presidente venezolano, Nicolás Maduro, propuso en una reunión con gobernadores y alcaldes un par de días después de los asesinatos el inicio de un trabajo que “en un mes tenga resultados concretos en la práctica y en la formulación de una política” para combatir la violencia y la inseguridad.
Según cifras oficiales, la violencia en Venezuela se cobró la vida de más de 11.000 personas el año pasado, cifra inferior a los 16.000 del año 2012, sin embargo la organización no gubernamental Observatorio Venezolano de Violencia asegura que los asesinatos fueron cerca de 25.000 a lo largo de 2013.
El asesinato
Poseídos por los nervios al verse rodeados de hombres armados en una oscura carretera de Venezuela, la actriz Mónica Spear y su pareja desesperadamente subieron los vidrios y bajaron los seguros de las puertas dentro del averiado vehículo, quizás pensando que con ello mejoraban de alguna manera las posibilidades de salir con vida de la súbita pesadilla.
Pero lo que realmente estaban haciendo con ello era condenándose a muerte.
Y es que en el código de conducta que rige hoy entre los delincuentes venezolanos, cualquier intento de resistencia —por muy inofensiva, nerviosa o infructífera que sea— por parte de la víctima es pagado con la vida, explican expertos en la materia.
El que sea así es el resultado final de un proceso de extrema deshumanización del delincuente que ha convertido al país en uno de los más peligrosos del mundo, con índices de muertes por armas de fuego que rivalizan con los de naciones que se encuentran en guerra.
Para miles de jóvenes delincuentes venezolanos que tienen aterrorizados a toda la población, matar es parte del proceso y es tan natural como quitarle al muerto la cartera que llevaba en el bolsillo, dijo el sicólogo social Alejandro Moreno, quien lleva años estudiando el fenómeno de la violencia en el país sudamericano.
“Tenemos una generación de delincuentes que sale a la calle a matar por matar”, comentó Moreno, quien también es sacerdote y vive desde hace 30 años en uno de los barrios más pobres del país.
Para este tipo de delincuente, y a diferencia de las generaciones de delincuentes anteriores, el homicidio no cumple con una función práctica, como podría ser eliminar un testigo que luego podría identificarlo con la justicia, o matar a alguien porque le quitó algo, explicó.
El joven delincuente hoy en día sale a matar por el prestigio que brinda, dijo.