El Atlético saltó al campo sabedor de su posición dominante en la eliminatoria. Presionando como de costumbre, pero sin la precisión de otras ocasiones. Las recuperaciones en el centro del campo quedaban en nada por los fallos en los pases. De todos. También del debutante Sosa, encargado de sustituir a un fundido Koke. El argentino alternaba buenas acciones con otras regulares. Pero dos centros medidos levantaron a los espectadores de sus asientos.
Mientras, el Valencia trataba de salir de la presión rojiblanca para crear peligro. Estaba obligado a marcar un gol al menos. Primero lo probó con tiros lejanos. Y después, se encontró con Courtois, como en la ida. Bernat buscó la escuadra tras una gran combinación che, pero el belga sacó la mano para abortar la ocasión.
Con 0-0 se llegó al descanso. Bueno para los intereses del Atlético, aunque esto, en la Copa, era jugar con fuego. A favor de los colchoneros jugaba el tiempo. Y en contra, el enorme desgaste del sábado ante el Barcelona, pues jugaron los mismos de inicio salvo Sosa y Raúl García por Koke y Villa respectivamente. El tiempo contra el desgaste se veían las caras en la segunda mitad, aunque un gol podía hacer saltar todo por los aires, en un sentido u otro.
El Atlético saltó decidido y encerró al Valencia a base de córners. En uno, muy protestado por los “che”, llegó el gol. Gabi la puso al segundo palo, Guaita se la comió y Godín cabeceó a la red. Poco después, en una arrancada bestial de Costa, el balón le llegó a Raúl que, desde fuera del área, la estrelló en el poste. El Atlético acosaba a un Valencia que, por entonces, ya jugaba con dos puntas. Y respondieron los visitantes, con Postiga y Bernat como ejecutores, para que volviera a aparecer su peor pesadilla: Courtois. El belga, de momento, evitaba la prórroga, aunque las contras del Atlético cada vez llevaban más peligro.
Los rojiblancos se agazaparon atrás dejando arriba a Diego Costa en busca de un balón que sentenciase y el Valencia se volcaba sobre el área, pero sin encontrar huecos. Así pasaban los minutos, con el 2-0 más cercano que el 1-1, hasta que Raúl, quién si no, lo lograba. Otra vez a balón parado. Otra vez de córner. El “Atleti” estaba en cuartos. Que pase el siguiente.