
“Aplicar el proyecto de integración en los establecimientos educacionales es una ardua tarea, ya que siempre se necesita sensibilizar a la comunidad educativa, a las instituciones y personas en general. Los niños se acogen muy bien entre sí, muchas veces son los adultos los que se niegan o discriminan a otros. El trabajo de sensibilización se realiza en el día a día, formando conciencia de que toda persona en determinado momento puede necesitar una atención preferencial, entonces sensibilizar es una tarea permanente y primordial que no solo le compete a los profesores y alumnos, también a las familias” enfatizó la educadora.
Según la docente los niños integrados cuentan con una atención preferencial en Punta Arenas en cuanto a recursos en las aulas, con docentes capacitados para integrar, con profesionales de otras disciplinas, además de la organización de las familias de dichos alumnos, las cuales tienen una comunicación permanente con los establecimientos educacionales.
Navarro se refirió a la relación que se establece con las familias de los niños integrados o con necesidades educativas especiales: “en un comienzo el proceso de integración genera un luto muy legitimo en la familia, nadie quiere que se agreguen atenciones especiales para la educación de un hijo. Generando reuniones y charlas con los padres y apoderados se comprende posteriormente que el sistema de integración es un beneficio para los alumnos con necesidades especiales y no una estigmatización”.