El anuncio de Israel de que construirá 1.400 nuevas viviendas en Cisjordania y Jerusalén ha elevado la tensión diplomática entre el Gobierno de Benjamín Netanyahu y los principales países de la Unión Europea. Israel convocó a los embajadores de España, Francia, Reino Unido e Italia, para acusarles de “parcialidad” a favor de los palestinos, después de que estos cuatro países, más Alemania, hicieran lo mismo con el embajador israelí en sus capitales, para protestar por la política de asentamientos.
El origen del conflicto diplomático arranca de la decisión adoptada por Israel el pasado viernes 10 de sacar a concurso la construcción de 600 viviendas en Jerusalén Este y 800 en asentamientos de Cisjordania, a pesar de los llamamientos internacionales para que detenga estos planes urbanísticos con el fin de no perjudicar el proceso de paz. Los cinco grandes países europeos concertaron su respuesta y acordaron convocar a los embajadores israelíes para expresar su protesta.