
Sobre su regreso al país vecino, Claudio Borghi, explica que “tenía ganas de estar en un lugar que yo quiero y en el que me quieran”, comenta el ex jugador en entrevista con el diario Clarín de Argentina, en relación a su periodo alejado del fútbol luego de su última incursión como técnico de “La Roja”, donde fue duramente cuestionado por los resultados obtenidos y por los casos de indisciplina de algunos jugadores.
El “Bichi” cuenta que su retorno al fútbol y al equipo donde debutó como jugador, responde no sólo a estar en un lugar donde reciba el reconocimiento que se merece, sino también “para dar afecto”, aclarando que no se trata de una motivación económica.
“No vengo por lo que fui. Vengo por lo que soy. La gente ve resultados y según como se den nacen las quejas o los aplausos”, cuenta el nuevo entrenador de Argentinos.
En cuanto a los resultados deportivos que siempre terminan condicionando la permanencia de los técnicos al mando de los equipos, Borghi dice no temerle.
“Si uno está convencido de lo que hace y convence al equipo, no hay que temer, más allá de que los resultados pueden ser buenos o malos. En Argentina tuve malos resultados y no he encontrado falta de respeto. Es difícil de explicar, siendo hincha de Racing fui a dirigir a Independiente, donde empatamos mucho, pero perdimos poco. Y cuando fui a Boca a Avellaneda la gente tampoco me insultó”, señala el tetracampeón del fútbol chileno con el “Cacique”.
Como siempre, Borgui no tiene pelos en la lengua para emplazar críticas sobre la contingencia social, el fútbol y sus protagonistas. En esta oportunidad, el ex seleccionador nacional, las emprendió con la “degradación” del fútbol de su país.
“No es el fútbol, es la sociedad. Se vive con un estrés tremendo, todo el mundo te quiere pasar por arriba. Es una selva. Yo vengo de Santiago donde todo es más apacible. Y por lo que se ve, esto se va a poner peor. Porque los chicos van tomando todas las costumbres nuestras. La vida diaria me da un poco de miedo, pero el fútbol no”.
Las críticas de Borghi también van dirigidas a la formación de los futbolistas actuales. “Están más dispuestos a correr que a jugar. Si les pides 500 pasadas de 2000 metros nadie dice nada. Pero le tiras una pelota y no saben qué hacer porque han perdido la esencia de lo que es el juego”, explica el técnico que a partir de ahora tendrá una tribuna en el estadio de Argentinos con su nombre.