Estas aeronaves tienen una capacidad de 174 pasajeros y prácticamente todos los vuelos salen completos.
Este es un flujo de pasajeros que anualmente se incrementa en verano, pero en los últimos años la situación se ha hecho cada vez más notoria. Esto, facilitado por las posibilidades de comprar los pasajes a crédito y los llamados boletos económicos en vuelos nocturnos. El poder adquisitivo mejoró y hoy la economía permite que más familias puedan salir a vacacionar o visitar a familiares en otras regiones del país.
Paola Contardo, agente regional de LAN, confirmó que están operando con siete y nueve vuelos diarios y que la mitad hace escala en Puerto Montt. Los demás van directo.
Analizando esta “fuga” de pasajeros, dice que la mayoría viaja a Santiago. El grueso posteriormente se traslada a la zona central, en busca de playa, y los destinos más frecuentados son Viña del Mar, “porque un gran porcentaje de nuestros pasajeros sale con destino a la costa”.
Además existe otro flujo grande de magallánicos que viaja a Osorno, Valdivia, Puerto Montt y Chiloé. “Normalmente son pasajeros que van a casas de familiares”.
Recambio
A partir de este fin de semana se viene lo que se conoce como “el cambio de veraneantes”. A estas alturas muchas personas comienzan a retornar al hogar, por lo menos los que salieron en diciembre y enero y comienza a partir el segundo grupo.
Al respecto Paola Contardo hace la salvedad de que “lo que está con muchísima ocupación, y muy poca disponibilidad, es la vuelta para los últimos días de febrero”. En esa fecha varios colegios retornan a clases, así que a partir del fin de semana del 21 de febrero los pasajes están casi agotados, situación que se extiende hasta los primeros días de marzo.
A esto se suma la partida de muchos estudiantes universitarios, algunos se van con las familias en febrero, porque aprovechan a veranear, dejan a sus hijos instalados y vuelven a fines del segundo mes.
Niños viajando
Otro punto destacado por la agente de LAN es que se aprecia mucha familia viajando, y un capítulo especial lo constituyen los niños. “Hay muchos menores que viajan solos, no acompañados, porque los padres contratan el servicio y pagan 15 dólares por tramo y en el destino final son retirados por un familiar”.
Sucede muchas veces que los padres regresan primero a Punta Arenas y después viajan los hijos, aprovechando al máximo el verano.
Hasta dos menores no acompañados pueden viajar por vuelo. Por eso la reserva se debe realizar con anticipación.
De la gran demanda por estos días, Contardo destacó el alto número de turistas que llegan a Punta Arenas. También se suman muchos mochileros nacionales, cosa que antes se daba exclusivamente con ciudadanos extranjeros.
El alto movimiento en el aeropuerto genera un flujo económico asociado muy importante, sobre todo para las empresas de buses y taxis que trabajan directamente con el terminal de pasajeros.