
Las conversaciones han estado a punto de fracasar desde que fueron concebidas.
En Ginebra, el canciller sirio Walid al-Moalem dijo a Brahimi que “si no comienzan las conversaciones serias el sábado, la delegación oficial tendrá que irse debido a que la otra parte no habla en serio o no está lista”.
Las conversaciones directas planeadas entre el Gobierno sirio y la Coalición Nacional Siria fueron suspendidas. La oposición se reuniría por separado con Brahimi más tarde en la sede europea de la ONU.
El Ejecutivo sirio culpó a la coalición por la falta de negociaciones directas, consideradas como la mejor esperanza para poner fin a la guerra civil que ha dejado por lo menos 130.000 muertos.