Gracias a oportuna denuncia de vecinos y coordinación con Carabineros, un armadillo pudo ser liberado en 48 horas. La liberación fue realizada por personal de la Dirección Regional del SAG de Magallanes y Antártica Chilena, alrededor de las 18 horas de ayer. Este ejemplar, también conocido como “peludo”, fue encontrado el pasado domingo por vecinos de la Población 18 de septiembre. Los pobladores dieron oportuno aviso a Carabineros y ellos a su vez alertaron al SAG, quienes llevaron a cabo la liberación del animal en un sector de estepa y matorral, hábitat natural de la especie. Ello previa inspección clínica veterinaria que confirmó que se encontraba en buen estado para ser liberado.

Al respecto, el director regional (s) del SAG, Jorge Cvitanic, destacó la oportuna acción de todos quienes ayudaron a que el ejemplar fuera devuelto a su entorno natural. “Como SAG Magallanes estamos constantemente preocupados de la preservación y cuidado de la fauna silvestre de nuestra región. Es por eso que agradecemos la oportuna denuncia de los vecinos y la coordinación con Carabineros para que la liberación del animal se diera en tan solo 48 horas” comentó.

Los armadillos son animales primitivos, que viven exclusivamente en América y se distribuyen desde el centro de Estados Unidos hasta Magallanes. El territorio chileno cuenta con la presencia de tres especies de armadillos, todas pertenecientes a la familia Dasypodidae. Por el extremo norte habita el “quirquincho de la Puna” (Chaetophractus nationi), mientras que en el centro del país y hasta Magallanes habita el “piche” (Zaedyus pichiy), el cual comparte la estepa patagónica con el “peludo” (Chaetophractus villosus).
El peludo posee un largo de 40 cm, pesa en promedio 2 kilos y se distingue del piche por sus abundantes y largos pelos oscuros, además de tener orejas relativamente cortas. Con sus fuertes garras construye galerías que usa como refugio para buscar su alimento, compuesto por invertebrados, pequeños vertebrados, carroña y plantas. Dueños de un excelente olfato, poseen una característica caparazón o armadura, compuesta por placas óseas cubiertas por escudos córneos que le sirve como protección frente a sus depredadores.
Todas las especies de armadillo presentes en Chile están protegidas por la Ley de Caza 19.473, por lo que su caza o captura está prohibida.