
Los cuestionamientos a la decisión de la Mandataria electa, Michelle Bachelet, han surgido luego de que se diera a conocer que Peirano suscribió una carta en contra de la educación gratuita universal, y las vinculaciones a sociedades educacionales de su ex cónyuge, Walter Oliva.
En esa línea, el hijo de Periano, Ignacio Oliva - vicepresidente de la FEUC- aseveró que “es evidente que con la subsecretaria yo tengo un vínculo, es innegable”.
“Sin embargo, hoy en día tenemos roles distintos, estamos en veredas opuestas, y en ese escenario yo no me pierdo y la subsecretaria tampoco”, acotó.
La polémica se desató luego de la investigación publicada por el Centro de Investigación Periodística, (Ciper), donde se señala la posición de Peirano en relación con la gratuidad en la educación superior, y sus nexos comerciales con su ex marido, el dirigente DC Walter Oliva, quien es sostenedor de una cadena de colegios subvencionados y ha defendido el lucro.
“Creemos que en las circunstancias actuales es razonable acotar la gratuidad a las proporciones que sean razonables para no desalentar el acceso a la educación superior de los más vulnerables”, escribía la futura subsecretaría de Educación en una carta firmada en noviembre de 2011 junto a otras figuras, como Mariana Aylwin, donde cuestionaban la implementación de la gratuidad total en la educación superior, sostiene el informe de Ciper.
Las sociedades de Peirano con su ex marido incluyen, asesorías educativas, inmobiliarias entre otras sociedades comerciales.
Los antecedentes de Claudia Peirano están lejos de seguir el discurso propuesto por la Mandataria electa. Las redes sociales explotaron en estos últimos días, cuestionando la designación de Peirano y exigiendo en algunos casos, su renuncia a un cargo que aún no asume.