
La temperatura supera los 35,9 grados del último sábado y todas las de enero, mes que ya tenía el récord en los 71 años de recopilación de datos por parte del Inmet.
Con el intenso calor y la falta de lluvias, las autoridades del estado de Sao Paulo y de la capital homónima lanzaron una campaña para que la población racione el uso del agua, debido a que los niveles de las reservas de abastecimiento están al mínimo.
Esto obligó a sus ciudadanos a cambiar de hábitos e incluso la forma de vestir, abandonando el traje y la corbata que marcan el ritmo imparable de la capital económica de Brasil.
Acostumbrada a ser más fresca y lluviosa que la zona costera, Sao Paulo, ubicada en una meseta de unos 700 metros de altura sobre el nivel del mar, será una de las sedes del Mundial de Fútbol de 2014, e incluso acogerá el partido inaugural entre Brasil y Croacia por el Grupo A, el 12 de junio.