
Dos miembros de la banda punk de protesta Pussy Riot acusaron ayer a Moscú de obstruir su campaña para mejorar las condiciones en las cárceles rusas y pidieron vigilancia internacional. Maria Alyokhina y Nadezhda Tolokonnikova, que salieron de la cárcel en diciembre por una amnistía, también dijeron que podrían considerar incrementar su activismo político para presentarse a las elecciones a la alcaldía de Moscú.