
Cuando ha habido triunfos [qué lejanos esos tiempos], de distinta magnitud (han provocado un sismo deportivo), cualquiera haya sido el o los tenistas, generalmente todos los dirigentes se han subido al carro de la victoria, han inflado el pecho, han agitado banderas de apoyo pero sorprendentemente ante este tamaño fracaso experimentado hace ya un par de semanas en tierras caribeñas nadie ha tenido la pachorra para cargar las coronas u ofrecerse para ser encapsulado en el mismo cortejo fúnebre. Los supuestos excelsos dirigentes están adoleciendo de alguna suerte de disfonía porque no los he escuchado hablar ni menos dar una explicación inteligente frente a esta derrota. Parece que es más fácil esconder la cabeza. Es más, en el reciente ATP de Viña del Mar, según la misma prensa, no se vieron caras de dirigentes-tenistas "circundando ese ruedo¨. Me imagino que las ansias de no ser visto primaron. Creo que no es correcto, de un supuesto caballero del tenis, solo poner la cara para los festejos. Esta lamentable derrota, crónica de una muerte anunciada del tenis criollo según algunos, es prácticamente el entierro del tenis chileno copero. Indudablemente uno aprende a conocer a los integrantes de la mal llamada familia del tenis y les aseguro que aquí no habrá cojones para pedir renuncias del presidente ni de los integrantes del directorio. Espero estar equivocado. Aquí no caben disculpas viscerales (como las de los escasos internautas que defienden este mal proceso), tampoco solicitudes de calma de aquellos que tienen intereses creados en el negocio del tenis ni menos de aquel que siempre ha tenido una actitud mendicante, sin rendir cuentas apropiadas, oportunas y correctas de nada y que es más conocido por las eventuales irregularidades que por sus escasos logros, si es que ha logrado algo beneficioso para el tenis. ¿Ha logrado algo blanco para el supuesto deporte blanco?
Quizás para algunos, porque en estos casos siempre hay quórum y nadie pone reparos, este viaje les ha permitido disfrutar de una fantástica caipiriña o de un mojito bajo los rayos del sol caribeño tendidos sobre arenas blancas conociendo la gastronomía caribeña. Por cierto también para calentar los huesos, algunos ya carentes de la suficiente resistencia o para tostar la ponchera deportiva.
¿Hasta qué profundidad espera llegar este directorio para darse cuenta que no son los adecuados para comandar un barco, que alguna vez, prácticamente se dirigía solo porque la mayoría de su tripulación era de excelente calidad y zarpaba cuando quería, no necesitaba de prácticos, recalaba siempre sin problemas mayores, incluso en países donde no hay mar? ¿Será necesario “ruidos de raquetas” para que cada uno tome sus “pertrechos personales” y emprenda rumbo a su casa? ¿Es imprescindible este directorio para el tenis criollo? ¿Qué aporte significativo ha hecho al tenis nacional? ¿Qué ha hecho el timonel para justificar su permanencia en el directorio del tenis vernáculo? Nombre o piense un solo hecho de relevancia. ¿Cómo nadie de la esfera tenística no les hace saber que su pésimo trabajo no puede seguir y que están llevando al tenis al más oscuro sitio al cual nunca debieron haber llegado considerando todo el brillante tenis alguna vez obtenido gracias a navegantes de gran talante y que hoy gozan de su debido descanso? Cuando uno de los literatos del tenis nacional señala: “Me causa profunda tristeza todo lo que pasa con el Tenis de MI país”, naturalmente que preocupa aún más pero lo que más me sorprende es que nadie hace nada teniendo todas las herramientas para destituir a una persona o implemente no darle más apoyo pero aparece la gran capacidad de mimetismo de algunos para pasar de un “bando a otro”.
Está clarísimo que nunca hay que mirar a huevo, menospreciar, a un rival por mínima que sea su categoría. Por ello, permítanme señalar algunas cosas:
1.-Ningun proceso es nuevo y menos cuando siguen los mismos dirigentes que han llevado al tenis a este pésimo sitial y con el mismo timonel.
2.-No puede ser normal perder inmediatamente con un rival de bastante menor ranking.
3.-El supuesto pan comido ha resultado regurgitado, no por el exceso de calor sino porque nadie supo asumir o plantear un rol estratégico al momento de jugar. El exceso de confianza, en cualquier orden de cosas, siempre es un elemento en contra. “No hay extracción dental fácil hasta que no ha sido hecha”, es una máxima en mi Facultad de Odontología y ya se los he dicho antes.
4.-Ningún proceso nuevo puede seguir el mismo camino. Pasa a ser una vulgar repetición de lo mismo y ello aquí ha ocurrido con un directorio que no quiere entender que la gran mayoría de la “familia del tenis” no lo acepta ni quiere. Donde vaya y con quién hablo nadie me refiere cosas buenas de esta regencia. Para que haya sido develada alguna irregularidad por un gran sitio de tenis es porque realmente ello debe estar ocurriendo. Y muchas fuentes me han informado al respecto. Algo que no me ha sorprendido conociendo a algunos de la tripulación.
Para dirigir solemne, intachable e íntegramente una institución, quizás con los vaivenes naturales o de un posible y razonable pensamiento disidente de los integrantes de una familia del tenis, se necesita profesionalismo y transparencia en cada uno de los actos propios de una dirección. Eso no lo he visto con este timonel y no me sorprende este nuevo fracaso. En lo mismo, no basta con un capitán medallero. Quién capitanee un equipo debe tener la suficiente capacidad de incentivar y planificar estrategias de juego coherentes con el momento, lugar y espacio. Debe entender que el tenis tiene hoy mucho de estrategia. Y para ello se necesita neuronas funcionando al 100%. Aquí se requiere a un capitán copero que sea realmente un profesor de tenis, que sepa de tenis académico, que haya estudiado la filosofía y evolución del tenis, un experto en la técnica del tenis, etc. No basta haber sido un buen tenista. Los vendedores de humo hoy no tienen cupo. Debe reunir otras condiciones. Una persona que gusta del carrete, buena para la farándula, difícilmente podría lograr buenos resultados. Ello porque el tenis es un deporte de concentración, de planificación, de resistencia, de estudio, de inteligencia, de sabiduría y el hoy llamado carrete y post carrete no permiten la capacidad de discernir entre lo mejor y lo peor, entre lo bueno y lo malo. Expresiones de que iban a dar vuelta un resultado me parecen una falta de respeto al hincha. Justificar permanencia en el cargo con ese tipo de expresiones no tiene sentido. Hoy el hincha es ilustrado y tiene mucha capacidad de análisis. La información le llega de mil formas y vuela muy rápido. Súmele a esta debacle tenística el archiconocido aura de poca transparencia existente en el directorio. ¿Por qué no se puso como capitán al ya probado por su capacidad profesional Sr. Horacio De la Peña? ¿Prima más el amiguismo o el profesionalismo?
Este desastroso momento del tenis vernáculo no es más que la sumatoria de cada uno de los actos equivocados de quienes se han empecinado en seguir a cargo de una institución que cada día está más desprestigiada. Hoy se vulneran los estatutos del tenis de una manera grosera. Se reeligen los dirigentes del tenis nacional y regional 5, 4, 3 veces consecutivas sin un ápice de vergüenza. No hay rendiciones de cuentas del uso de los recursos. Las asambleas generales no se hacen o solo cuando quieren. Hay presidentes poco menos que con el carácter de vitalicios con el consentimiento de la misma federación. Por ello y muchas cosas más la hinchada no va a ver tenis al estadio. Una, como rechazo a esta conducción inadecuada y otra, obviamente porque quiere ver tenis de calidad y estos dirigentes lamentablemente no permitieron por un largo tiempo, el recambio justo en el momento preciso. El amiguismo, en todo orden de cosas (capitán, jugadores designados, utilero, etc. [creo saber bien las razones]) nunca ha ido de la mano del éxito. No merece mayor análisis el señalar que una empresa o institución jamás sobrevivirá a los avatares del medio actual sin presentar rendiciones de cuentas de sus gastos a sus "feligreses" y menos aún donde la cabeza sea cuestionada en forma pública por un sitio especializado de tenis por el manejo irregular de los recursos y donde además nadie tenga los cojones para destituirlo. Como dice otro proverbio: “Cada cual tiene lo que se merece” y ese antiquísimo dicho calza perfecto en este momento. Todo ha caído por su propio peso y nadie se ha movido del escritorio para acelerar la caída.
Un destacado ex tenista opina que “el sistema federado en Chile no tiene futuro para quienes estamos preocupados del desarrollo del deporte y debemos mirar hacia otros caminos de promoción, difusión y gestión independientes del sistema olímpico/federado. El sistema olímpico de Chile ha pasado a ser otra cosa que lo que la carta olímpica y sus estatus indican, aprovechándose de las debilidades de las federaciones. Al mismo tiempo promueve (seguramente por ignorancia) el abandono de las tareas y objetivos de las federaciones generando un círculo vicioso de dependencia y control que no produce desarrollo alguno. Es probable que lo que ocurre en el tenis federado este afectando a todo el tenis, tal como lo dices, pero el camino creo yo va por otro que no sea dentro del olímpico/federado”. Interesante e inteligente opinión de un tenista/literato del tenis. Todo ser humano tiene derecho a opinar. Más aún de alguien que vive el tenis todos los días y todo el año y viste pantalones cortos (como dice un amigo y colega) y no como aquellos dirigentes a los cuales nunca he visto tomar una raqueta. Distinguidos lectores. No hay que tener miedo. El miedo solo conduce a la extinción de algo y el tenis vernáculo algo de ello está mostrando. ¿Se está extinguiendo el público? ¿Dónde está la retroalimentación?
Defender lo indefendible no es propio de un hombre probo. Lo de Barbados, reitero, supuesto pan comido, fue una derrota humillante. Un descalabro tenístico y hay que tener los pantalones bien puestos para simplemente renunciar ante tamaña y vergonzosa derrota. Pero aquí se asegura que mañana todo será mejor, siempre pretendiendo justificar el derecho a seguir en el cargo. ¡Cómo tanta permisividad a una regencia! El presente vale en el tenis. Nadie puede amparar una derrota en triunfos futuros.