Un incendio de grandes dimensiones destruyó vehículos y una vivienda abandonada que era utilizada por jóvenes para ingerir bebidas alcohólicas. Alrededor de las 20.30 horas de ayer, se activó la alarma de Bomberos, que debió concurrir hasta la esquina de las calles Eusebio Lillo con Francisco Javier Reyna. En el lugar el fuego avanzaba rápidamente, destruyendo una casa que había sido trasladada hace pocos días en el sitio eriazo de la esquina mencionada, tal como lo indicó el propietario del terreno aledaño, donde también se quemaron camiones que pertenecen a Carlos Ahern: “Esa casa apareció una noche, alrededor de las 2.00 horas de la madrugada, entraron como bandidos y dejaron ese inmuble ahí. El sitio está botado muchos años atrás”.
El hombre de 74 años, agregó que al interior del sitio mantenía varios vehículos, los cuales fueron alcanzados por las llamas. “Lo que se quemó ya no se puede recuperar. Ahí tenía incluso máquinas de aserradero, ya que hace tiempo atrás tuve uno y lo que quedaba se terminó, asi que no queda otra que seguir trabajando”.
La situación también afectó la salud de Ahern, quien indicó que hace poco tiempo fue intervenido quirúrgicamente. “ Hace poco me operaron del corazón, y con esto me siento muy mal, espero poder recuperarme”.
En el sitio trabajaron cuatro compañías de Bomberos, que controlaron el incendio y evitaron que la propagación del fuego a los terrenos colindantes, ya que en el lugar había gran cantidad de pastizal, debido a esto las llamas avanzaban rápidamente.
Carabineros adoptó el procedimiento entregando los antecedentes a los tribunales correspondientes, donde según testigos un grupo de jóvenes encendió fuego a neumáticos.