
En un informe entregado, se enumera esos crímenes contra la humanidad, los que no se limitan a los abusos cometidos dentro de las cárceles, sino que también se acusa de asesinatos, exterminios, torturas, violaciones, abortos forzados y la desaparición forzada de personas, además de la denuncia de hambrunas deliberadas.
Una Comisión de Investigación, integrada por tres expertos independientes fue creada en marzo del año pasado por el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra. Y los expertos indicaron que “la gravedad, la escala y la naturaleza de las violaciones no tiene precedentes en el mundo contemporáneo”.
También afirmaron que el Gobierno de la República Popular Democrática de Corea ha “impulsado durante décadas políticas que incluyen crímenes que sacuden la consciencia de la humanidad”.
Además, que la comunidad internacional debe aceptar su parte de responsabilidad por no haber dado una respuesta adecuada.
Por último, abogó por llevar estos hechos ante la Corte Penal Internacional
Corea del Norte, por su parte respondió y rechazó “categórica y totalmente” el informe, al que calificó como un “producto de la politización de los derechos humanos por parte de la Unión Europea y Japón, en alianza con la política hostil de Estados Unidos”.