
La intérprete de temas como “Luna”, partió su show con la tonada romántica “Amé cuanto pude amar”, con las luces del escenario en baja y con ella con una chaqueta con joyas brillantes de color rojo y pantalones de tela oscuro. En el escenario aguardaban músicos y mariachis, señaló Terra.
La cantante mexicana llegó por tercera vez a la Quinta Vergara, tras su última presentación en 1995. Por otro lado, sus fans se agolparon desde temprano en las puertas para poder verla apenas saliera al escenario y corear a rabear todas sus canciones.
“Por lo regular no me pongo límite de tiempo. Pero aquí obviamete tenemos que hacer un tiempo medido. Hice mucho esfuerzo para acomodar las canciones al tiempo que me estaban pidiendo”, explicó la artista en conferencia de prensa, revelando que los popurríes serán parte de la tónica, informó Emol.
Tras unos diez minutos de show, Ana Gabriel lanzó un verdadero monólogo sobre el escenario, donde habló de su vida y cómo fue que la invitaron a ser parte del Festival, entre otras cosas, pero lo más divertido del discurso de la cantante tuvo un genial toque picarezco.
“Sé que no me veo como hace 19 años, pero también las maduritas podemos hacer feliz a la gente” lanzó a los aires la mexicana, sacando los aplausos del respetable y de la mismísma alcaldesa que justo en ese instante era mostrada en pantalla.
Luego de casi una hora de canciones, y con la complicidad de los animadores, el público comenzó a corear el primer estímulo festivalero de la noche para Ana Gabriel.
La reconocida artista agradeció las antorchas de oro y plata, en medio de aplausos y el beneplácito de todos.
En ningún momento de la extensa presentación de la cantante, la gente dejó de acompañar la sólida actuación, bailando con las más movidas y al punto de las lágrimas con las canciones más románticas.
Una noche plagada de éxitos, nostalgia y recuerdos para abrir la tercera noche del festival en Viña del Mar.
De manos de la alcaldesa Virginia Reginato, la intérprete de “Luna” recibió el premio a la “Artista más popular del Festival”, quien dedicó su nueva estatuilla a sus fans y a la “libertad de Venezuela”.
Cerca de la medianoche, Ana Gabriel siguió interactuando con su público, esta vez, leyendo una serie de carteles que levantaba la gente donde se podían leer diferentes ciudades y países.
El público no dejaba marchar a la cantante, quien debió acudir al respeto por los artistas que aún debían presentarse en el escenario, como así también los participantes de la competencia internacional y folclórica.
El romanticismo estuvo presente una vez más de la mano de Ana Gabriel, luego de 19 años de ausencia en el festival de Viña del Mar, logrando convertirse en una de las jornadas más convocantes del certamen, marcando un peak de 47 puntos de rating, superando holgadamente la estupenda noche de Laura Pausini y Jorge Alis el lunes pasado.
Al cierre de esta edición, se esperaba la presentación del español Raphael en su regreso a la Quinta.