
Todo es parte de una investigación multidisciplinaria que busca analizar, en base a distintas técnicas científicas, el estado vegetacional de dicho patrimonio natural, luego de los efectos de históricos incendios, como el denominado incendio Olguín, que entre diciembre de 2011 y enero de 2012 atacó más de 17.600 hectáreas de bosque nativo y todo el ecosistema que ello implica.
Los resultados de la investigación, pronta a ver la luz, están siendo clasificados en un sistema de información geográfico (SIG) vasto informe que será entregado al Gobierno Regional de Magallanes y Antártica Chilena y a Conaf (Corporación Nacional Forestal) como colaboración para el plan de manejo del parque nacional.
“Hacemos análisis de cómo se encuentra actualmente el parque, desde donde se puede hacer una lectura de cómo se ha modificado el paisaje después de los incendios, utilizando tecnología actual, con imágenes bastante recientes, lo que profundiza los resultados, con mejor exactitud y precisión”, explicó Carlos Olave, señalando que, “eso genera que el aporte sea importante al momento de actualizar los planes de manejo (de administración del área protegida)”.
El estudio ha contemplado una “clasificación supervisada de cobertura” durante el período de un año, con el levantamiento de información en terreno, de un conjunto de investigadores provenientes de disciplinas de la ingeniería, la geografía, la ecología y la botánica, que recorrieron el área protegida, realizando in situ una lectura detallada de la flora del parque.
Esta información fue enfrentada a los resultados obtenidos de la aplicación de remote sensing o teledetección, en que el Cequa analizó en laboratorio la información obtenida de imágenes satelitales de Torres del Paine, clasificando cada pixel de acuerdo a una gama de colores, muchos invisibles al ojo humano, que representan un tipo de vegetación o mineral.
Finalmente, en intensas jornadas de trabajo, se coordinaron sobrevuelos en helicóptero de Conaf para lograr arribar a los lugares de más complejo acceso, como el sector hacia el norte de los principales macizos, y así lograr obtener una cartografía lo más completa y precisa posible.