
Su directora, Margarita Tudela, aseguró ayer en Pingüino Radio que nunca cerrarán las puertas ni negarán la comida a los niños. El personal que trabaja en el centro se preocupa constantemente de promover y defender los derechos de los menores estableciendo con éstos intensos lazos afectivos, olvidando por momentos la realidad que se vive al interior de la organización que hace tres años soñó con la construcción de un nuevo edificio, proyecto que nunca fue concretado.
La idea nació el año 2005, cuando la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas se adjudicó la ejecución de los diseños de edificación del centro, en el cual se invertirían más de 22 millones de pesos. Ante esto, la principal encargada de los estudiantes recordó que en tres oportunidades les han dicho que la iniciativa se llevará a cabo, pero esto nunca se ha materializado. Margarita Tudela se cansó de golpear puertas y escuchar sólo explicaciones, por lo que ahora únicamente se ha dedicado a conseguir recursos para los menores que acoge.