“Ante las emergencias debemos estar completamente preparados. Porque en ellas están en juego las vidas de las personas”. Las intensas precipitaciones que cayeron sobre Punta Arenas entre la mañana del sábado y la tarde del mismo día hicieron temer lo peor. Estamos a dos años del desborde del Río Las Minas y los fantasmas de lo ocurrido esa noche de domingo 11 y madrugada de lunes 12 de marzo de 2012, volvieron a aparecer entre los puntarenenses, especialmente en aquellos habitantes de un sector del centro y de Playa Norte. En esta ocasión la ciudad respondió relativamente bien, pese a los anegamientos en la Avenida Costanera y en algunas calles. El agua igual ingresó a algunas casas debido a los sistemas de alcantarillas tapados. Lo positivo es que pese a que hubo una víctima fatal al caer desde tres metros mientras limpiaba las canaletas de su hogar, en esta ocasión la noticia por el temporal de viento y lluvia evolucionó positivamente. Hay molestia eso sí, en un sector de la ciudadanía, porque vemos que la ciudad no está completamente preparada para un normal desarrollo con adversas condiciones climáticas. El Gobierno, que finaliza mañana en Magallanes debió enfrentar desafíos por adversidades que terminaron incluso con el puesto de algunas autoridades por el mal manejo de ciertas situaciones. “Nadie está preparado para las emergencias”, rezaba un antiguo dicho, pero ha sólo 13 días de asumir Sebastián Piñera en 2010 el país se vio afectado por un terremoto y posterior tsunami. A más de cuatro años, las lecciones parecen no haberse aprendido por completo y eso es algo en lo que aún se debe mejorar.