
Basta con alzar la vista para encontrar estos cadáveres por todas partes. Bajo las redes de alta y media tensión del servicio eléctrico, cuelgan cientos de cables que están literalmente muertos. Otros tratan de ocultar su condición tras burdas amarras o, simplemente, están allí cortados, sin ninguna conexión que justifique su presencia.
Estos muertos colgantes no sólo representan un problema estético o de contaminación visual, explica el alcalde de Punta Arenas, Vladimiro Mimica, además, “estas redes acarrea problemas en las calles y en el tráfico, pues distraen la vista de los conductores e interfieren el paso de los camiones de altura ”.