El documento, enviado al Gobierno, plantea que, así como el Estado promueve la entrega de bonificaciones e incentivos laborales para las personas que viven en las zonas extremas, reconociendo por esa vía las dificultades y vicisitudes que sobrelleva vivir en dichas área, en la misma línea debería dar un apoyo adicional a los pensionados de las mismas regiones para que estos opten a condiciones más dignas de vida.
Según da cuenta la propuesta, el número de jubilados o pensionados que residen en las zonas extremas excede a las cien mil personas, siendo el promedio de dinero que reciben $ 165 mil.
El proyecto cobra especial importancia en la Región de Magallanes, donde, de acuerdo con cifras del Censo 2012, los adultos mayores representan más del 10% de la población de toda la zona.