
“La Región de Magallanes es una de las más afectadas por las siete semanas de alzas en los precios de los combustibles. El valor promedio ya supera los $ 900”. En la Región de Magallanes las alzas en los precios de los combustibles ya han superado los $ 1.000. Son siete semanas en que los valores han intranquilizado a los bolsillos de los automovilistas de la zona más austral del país. Casi dos meses. Pero estos aumentos no son casuales, ni excepcionales y responden simplemente a la acción de las fuerzas del mercado. ¿Qué hacer? En Magallanes, muchos ya comienzan a desesperarse. La respuesta ante el fenómeno debería pasar por crear condiciones que incentiven la adopción de otras fuentes energéticas, y no por volver a sistemas de compensación caros, arcaicos e ineficientes. El precio de los combustibles sigue en aumento y eso es lo concreto en que nos fijamos todos los jueves al observar las “paletas” de las bencineras. Como sucede en el caso de cualquier producto de alto consumo sin sustitutos directos, los incrementos en su precio afectan el bienestar de la población. Esta situación ha sido recogida por algunos, que, reaccionando a estas fluctuaciones, plantean introducir cambios en el Sistema de Protección al Contribuyente (Sipco) ante las variaciones en los precios internacionales de los combustibles. Equivocadamente, se acusa a este de no haber sido eficaz en “suavizar” las alzas. Sin embargo, antes de plantear iniciativas apresuradas, es necesario comprender los fenómenos que subyacen a estas alzas, así como los fundamentos de sistema actual. Hoy curiosamente, la diferencia del valor de los combustibles entre Punta Arenas y Puerto Williams se ha estrechado, pero en Porvenir ya no hay nada que lo frene. Lamentable.