Sólo ayer se registraron cerca de 30 réplicas en la Región de Tarapacá, cuatro de ellas perceptibles por la población. Aunque es normal que después de un sismo de cierta magnitud se registren réplicas, en el Centro Sismológico Nacional (CSN) indican que éstas se estarían prolongando por más tiempo del esperado tras el fuerte sismo de 6,7 Richter que se produjo el domingo en la Región de Tarapacá.
“La secuencia se está extendiendo más allá de lo que uno esperaría. En general, para un temblor de magnitud 6,7, uno pensaría que las réplicas ya debieran haber empezado a decaer bastante”, señaló a Emol el director de la entidad, Sergio Barrientos.
De acuerdo a datos del CSN, hasta el mediodía de ayer se han producido cerca de 150 réplicas del temblor del domingo, todas con epicentro en el mar, frente a las costas de la Región de Tarapacá.
Sólo ayer, casi dos días después del temblor principal, registraron cerca de 30 sismos en esa zona, cuatro de ellos perceptibles por la población, con magnitudes de 4.9, 4.8, 4.2 y 4.1 Richter.
El sismólogo indicó que están siguiendo “con mucha atención” lo que está ocurriendo en el norte, y que requieren realizar un estudio más acabado sobre el fenómeno para poder establecer lo que está sucediendo.
No obstante, indicó que esto en ningún caso se puede interpretar como un elemento predictor de otro fenómeno. “Uno no puede decir a ciencia cierta qué es lo que esto significa. Lo único que uno puede decir es si las réplicas se están comportando con un decaimiento normal o no”, explicó.
El experto insistió en que se barajan dos escenarios posibles ante lo que está sucediendo en el norte: Que los temblores sean “precursores de un sismo mayor, o que las réplicas tiendan a desaparecer en el futuro”.