La caída del cabello es un hecho preocupante y no exclusivo de los hombres. La ducha acusa, la almohada también, y qué decir cuando aparecen las indeseables “entradas” y el desnudo de la “coronilla”.
Un paseo por la farmacia nos permite conocer que existen cientos de probables soluciones, desde los tratamientos con ampollas hasta los shampoo que aseguran ser “mágicos”. También hay supuestas soluciones naturales, desde pastillas hasta líquidos de dudosa textura. Pero, para alguien desesperado por considerar que quedarse sin pelo es un problema, cualquier cosa puede entregar esperanza.
En lo personal, conozco amigos que han probado con huevos crudos, con lavarse sólo una vez a la semana y hasta por ahí alguno probó con petróleo por confundir el consejo de usar propóleo.
Acerca de las causas de la pérdida de cabello, hay tantas, como recetas. El estrés y la situación inestable que vivimos eleva los niveles de insulina a causa de la generación de cortisoles, que es la hormona antiestrés. De aquí se deriva una mayor atracción hacia alimentos ricos en azúcar, como los carbohidratos dulces o salados, con un alto índice glicémico (carbohidratos malos). La crisis hace comer mal y lleva a ingerir este tipo de alimentos porque cuestan menos que la carne, la verdura o la fruta.
Una de las causas de la debilidad y caída del pelo es un incorrecto aporte nutricional. Tanto una dieta vegetariana como un ayuno y una dieta hipercalórica, si no son controladas por un experto, pueden causar la pérdida del cabello.
¡Cuidado!
Hoy, los “peladitos” parecen estar de moda, en el cine, en la música y en el fútbol.
Hay mujeres que consideran que una cabeza brillante aumenta el “sex appeal”, pero ¡cuidado! Se dice que tener menos pelo, sobre todo en la parte de la coronilla, es un patrón que indica que la persona tiene más riesgos de sufrir complicaciones cardíacas.
Una investigación, publicada en la revista británica British Medical Journal Open, que revisó 37.000 casos, detectó que los hombres que padecen alopesia tienen un 32% más probabilidades de sufrir problemas coronarios que aquellos que mantienen su pelo. Sin embargo, los científicos indicaron que esta cifra es menor si se comparan los riesgos que existen al hacer estudios sobre tabaquismo y obesidad.
La genética también tiene un rol importante al momento de hablar sobre la caída del cabello.