
La declaración de Ahmad se produce después de que unos 200 familiares de los 154 pasajeros chinos del avión se manifestaran frente a la embajada de Malasia en Beijing para exigir “pruebas fehacientes” sobre el siniestro.
Las familias, que han estado más de dos semanas congregadas en un hotel de la capital china, recibieron anoche con estupor la información de que un nuevo análisis del satélite indica que el avión cayó al océano Índico y no hay esperanzas de encontrar a supervivientes.
El examen de los datos de radar y satélite llevó a los investigadores a concluir que el avión dio la vuelta y voló hasta el Estrecho de Malaca.