
“Son muchos los casos de magallánicos enfermos que deben abandonar su tierra para encontrar mejoría”. Dos niños magallánicos están luchando contra la leucemia, el cáncer más frecuente en la infancia con entre tres a cinco casos por año, por cada 100 mil niños menores de 15 años. Vicente Andrade Vera tiene sólo cuatro años y ya se ha visto sometido a dieciséis sesiones de quimioterapia. Tiene leucemia linfoplástica aguda. El menor está en Valdivia desde agosto del año pasado. Tuvo que trasladarse junto a sus padres para poder recibir el tratamiento adecuado. Y también está el caso de Cony Santana, a quien el lunes 17 de marzo le diagnosticaron la enfermedad en Santiago. Hasta allá debió concurrir con su familia y deberá permanecer al menos por los próximos seis meses. De hecho, desde Punta Arenas fue trasladada de urgencia en un avión ambulancia. Después de un semestre entero que permanecerá en la capital, su progenitor asegura que tendrán dos años de viajes intermitentes. Las familias han debido recurrir a la comunidad para encontrar apoyo. Son sólo algunos casos que se han hecho públicos, pero esa es la realidad de pacientes magallánicos, que ven con frustración cómo con un hospital clínico de última generación, no se pueden solucionar los problemas de salud que nos aquejan. ¿Falta de especialistas? Sí, las mismas autoridades de Salud lo han reconocido de esa forma, pero esa piedra de tope no cuenta con soluciones a la brevedad. Las promesas se vienen escuchando desde hace años, más aún para poner fin a esta carencia en el sistema público. La gente lo requiere, porque no queremos que haya más personas que tengan que salir de su tierra para encontrar una mejoría.