
Los niños afectados con este cuadro médico, pueden presentar anomalías como retraso en las etapas del desarrollo, retraso psicomotor, en el desarrollo del lenguaje y retraso mental de leve a severo, más una edad ósea avanzada con un crecimiento excesivo.
Patricio Aburto, padre de Scarlett, resignado acepta el dictamen del máximo tribunal del país, Corte Suprema, hasta donde llegó su recurso de protección que buscaba revocar lo que consideró un acto de discriminación por parte del establecimiento educacional, que -asegura- dejó repitiendo a su hija, y para ello incluso adulteró el registro de notas.
Hoy lo que más le preocupa y ocupa a Patricio, es saber qué pasará con el año escolar de su hija, la que a la fecha ya lleva un mes sin un establecimiento educacional donde seguir estudiando.
Dijo que han perdido un mes de colegio, mes en el que no ha recibido materia mas allá de lo que en forma particular han podido brindarle como familia.
Agrega que si tenía que repetir su hija por inasistencia está bien, pero existen conductos regulares que no se cumplieron y más aun aplican una norma que está fuera de plazo.
Acepta reconocer que existe una normativa interna del establecimiento que se puede aplicar, pero también reconoce que dicha norma no es aplicable en el tiempo que se efectuó, y que lamentablemente los tribunales aparentemente no la vieron.
Hoy el futuro educacional de Scarlett es incierto, situación que ha llevado a los padres de la menor a enviar una carta a la Presidenta Michelle Bachelet, y de paso al ministro de Educación, a fin de buscar una solución sobre lo que consideran un vulneración de los derechos de su hija.
Finalmente, espera que pronto su hija pueda seguir estudiando en forma normal como cualquier alumno, porque no por mantener una condición especial, pierde los derechos que todo niño de nuestro país tiene, y que no es otro que la educación y el trato igualitario.