
El porqué de la remembranza guachaca tiene que ver con la “pelotera” (para mantener lo coloquial del tema) que pudo armarse hace un par de días, cuando Dióscoro Rojas, reaccionó indignado al enterarse que Punta Arenas sería escenario de una “Cumbre Guachaca” que, más que el nombre, poco y nada tenía que ver con el evento marca registrada del “Gran Guaripola”.
Pero tal como hace dos semanas en este mismo suplemento tocamos la “leyenda urbana” de lo que pudo ser el paso por Magallanes de la cantautora estadounidense Joan Báez, esta vez entregamos otro “mito” que se inscribe en el anecdotario popular de los puntarenenses.
Porque ni el mismísimo “Don Dióscoro”, ni menos la agrupación que efectuó el cuestionado encuentro hace una semana, deben saber que en Punta Arenas sí hubo una primera “Cumbre Guachaca”.
En lo que vamos a pecar de inexactos es en el año (a veces la memoria traiciona), pero fue en 2003 ó 2004 cuando una productora regional tuvo la idea de replicar el emergente evento en Magallanes.
El escenario elegido fue la Sociedad de Empleados de Magallanes, en calle Chiloé, hasta donde no llegaron más de 50 guachacas, atraídos por el canto popular de artistas regionales, el pipeño, las empanadas y un afiche donde podía apreciarse una gran cabeza de chancho.
No hubo reyes, ni terremoto, ni peleas (sí escaramuzas), tampoco ganas de reeditar el evento considerando la poca respuesta de público.
Claro, eran otros tiempos, donde los magallánicos poco sabían de “La Piojera”, del “Guaripola”, del “Gran Compipa” y de la tradicional cumbre nacida en 1998.
La jornada quedó olvidada en el tiempo, tal como “El Peter”y “El Guatón Guataca”, pero tal como lo señalé con la visita de Joan Báez que “pudo ser”, aquí también doy fe de que Punta Arenas tuvo su primera “Cumbre Guachaca”allá por el año... Se me olvidó ¡y qué jué!