
Con su proyecto musical, ha tenido que aproximarse lentamente a Chile. Primero, con canciones que comenzaron a sonar gracias a una lenta expansión (en gran medida movida por la curiosidad) a través de Internet, y luego por una sola tocata formal en su bitácora, fechada en 2012 en un bar de calle Loreto. Todo, pese a que el argentino Benito Cerati cuenta con dos antecedentes llamativos a su haber: Primero, que es hijo de Gustavo Cerati, uno de los músicos más trascendentes de Latinoamérica; y segundo, que en rigor es chileno, nacido en Santiago en 1993.
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