
Consciente de que el delito por el cual el Ministerio Público podría formalizarlo es a todas luces reprochable, la persona que en febrero de este año fue sorprendida por las cámaras de seguridad de Carabineros intentando tener sexo con un perro declaró estar absolutamente arrepentida.
Dice que en condiciones normales jamás hubiese hecho algo así. Lo sucedido ese día lo atribuye única y exclusivamente al hecho de que estaba bajo los efectos de un medicamento y alcohol.
El fiscal jefe Juan Agustín Meléndez solicitó una nueva audiencia para formalizar al joven profesional D.B.S., soltero, porque espera contar previamente con una pericia sicológica fijada para el 14 de mayo en el Servicio Médico Legal.